El COVID-19 supone una gran amenaza para las empresas y sus empleados en 2020, y los contratistas del sector de los tejados no son una excepción.
El coronavirus ("COVID-19") supone una enorme amenaza para las empresas y sus empleados en 2020, y los contratistas del sector de la construcción de tejados no son una excepción.
Aunque el trabajo de techado suele realizarse en el exterior y lejos del público en general, esto no significa que su personal esté a salvo de la propagación de este virus. Mantener la seguridad de los trabajadores durante esta pandemia es una prioridad clave para todas las empresas y plantea algunos retos únicos para nuestro sector.
En este artículo, ofrecemos algunas orientaciones prácticas para que los contratistas de tejados mantengan a su equipo lo más seguro posible durante esta crisis de salud pública.
Nota: La información contenida en este documento se proporciona únicamente como una guía general, y no pretende sustituir a ninguna ley, orden o reglamento federal, estatal y/o local aplicable. Se basa únicamente en información preparada y hecha pública por organizaciones de salud pública, gubernamentales y/u otras organizaciones profesionales de gran prestigio, y de la que Momentive no asume ninguna responsabilidad. Además, como la información relativa a COVID-19, incluida la relacionada con la seguridad de la salud pública y las mejores prácticas, está sujeta a cambios, es su responsabilidad mantenerse al día con las directrices disponibles públicamente, así como con cualquier cambio en las leyes, órdenes o reglamentos aplicables.
Las directrices esenciales para la seguridad del público en general se aplican a los contratistas de techos:
Hay una serie de medidas adicionales que los contratistas de tejados pueden tomar para mitigar los riesgos específicos asociados a los trabajos de reparación de tejados.
La creación de una política específica sobre el coronavirus (la "política") que describa las prácticas de trabajo, los riesgos y las medidas que debe adoptar su equipo es un excelente punto de partida. Este documento debe actualizarse periódicamente, en consonancia con los últimos consejos de los CDC y con cualquier orden o directriz federal, estatal o local aplicable.
Deben enviarse copias de la política por vía electrónica a todos los miembros de su equipo para asegurarse de que saben lo que se espera de ellos y las razones que justifican los nuevos requisitos. Esto ayudará a minimizar los trastornos y a garantizar el cumplimiento de las nuevas formas de trabajo.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), ciertas personas tienen un mayor riesgo de desarrollar complicaciones graves y potencialmente mortales a causa de COVID-19. Los factores potenciales para estas personas incluyen la edad y las condiciones médicas subyacentes, como las enfermedades del corazón, los pulmones y el hígado, la diabetes, la obesidad severa y los sistemas inmunológicos comprometidos. Puede encontrar más información sobre estos factores en https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/need-extra-precautions/people-at-higher-risk.html
Es muy importante que estos miembros de su plantilla tomen precauciones para reducir el riesgo de enfermar - y como empresa, las medidas adicionales para proteger a estos miembros pueden incluir la alteración de sus prácticas de trabajo, siempre que sea posible, para minimizar el contacto con otros trabajadores y maximizar el espacio entre ellos, independientemente del EPI y del blindaje mejorado que pueda estar ampliamente en uso.
Los empleados en situación de riesgo grave pueden solicitar un permiso retribuido en virtud de la Ley de Respuesta al Coronavirus "Families First" (FFCRA o Ley) - se puede encontrar información adicional al respecto en https://www.dol.gov/agencies/whd/pandemic/ffcra-employee-paid-leave.
Siempre que sea posible, hay que tomar medidas para minimizar el contacto en persona entre usted, su equipo, sus clientes y el público en general.
Trasladar toda la comunicación posible a Internet es una forma eficaz de apoyar el distanciamiento físico:
Es imprescindible tomar medidas para garantizar unas prácticas de trabajo seguras en el lugar. La regla general actual para el distanciamiento adecuado es que las personas deben permanecer al menos a 1,80 metros de distancia unas de otras en todo momento. El mismo principio debe aplicarse a las prácticas de trabajo, manteniendo los miembros del equipo una distancia segura en el lugar en todo momento.
Otros métodos para mantener la distancia de seguridad pueden ser:
Un método eficaz para mitigar la posible propagación del coronavirus es identificar/organizar equipos formales o grupos más pequeños que operen por turnos siempre que sea posible, y por lo demás mantener una completa separación entre ellos en todo momento.
En la medida de lo posible, se debe instalar un puesto de lavado de manos específico (o puestos para equipos que trabajen simultáneamente con otros equipos). Si esto no es práctico para un proyecto concreto, una alternativa aceptable puede ser proporcionar un suministro abundante de desinfectante de manos con un contenido de alcohol de al menos el 60%.
Es imprescindible permitir pausas adicionales para la higiene y establecer políticas específicas para fomentar el lavado de manos regular.
El uso de guantes sólo ofrece una protección limitada y no sustituye al lavado de manos habitual.
COVID-19 puede sobrevivir en las superficies durante varios días. Por esta razón, es importante que los lugares de trabajo, las superficies y los utensilios/artículos compartidos se desinfecten regularmente. Estas superficies incluyen:
Siempre que sea posible, los miembros del equipo no deben compartir herramientas, ni siquiera entre equipos distintos. Cuando no se pueda evitar, estos artículos compartidos deberán ser debidamente desinfectados antes de ser intercambiados con otro equipo o miembro del equipo.
A partir del 5 de mayo de 2020, las orientaciones de los CDC sobre el uso de protectores faciales incluyen:
"Todo el mundo debería llevar una funda de tela para la cara cuando tenga que salir en público..."
Por lo tanto, como mínimo, proporcionar a su personal coberturas faciales o máscaras de tela para que las usen en todo momento debería considerarse una buena práctica para ayudar a reducir el potencial de infección en el lugar, así como para proporcionar a su personal una seguridad adicional. Puede encontrar información adicional sobre las recomendaciones de los CDC en https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/prevent-getting-sick/cloth-face-cover.html.
Para las reparaciones de tejados y las aplicaciones que requieren específicamente protección respiratoria, los empleadores pueden considerar el uso de tipos alternativos de respiradores que ofrezcan una protección igual o mayor a la de una máscara N95, como forma de apoyar el suministro disponible de estas máscaras para los trabajadores sanitarios de primera línea. Entre las alternativas se encuentran las mascarillas elastoméricas no desechables del Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional y las mascarillas purificadoras de aire con motor.
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